“CUANDO A UNA PERSONA SE LA RECONOCE, CRECE”
En primer lugar decir que el texto es realmente muy bueno, sobretodo porque Saturnino habla de algo que realmente ocurre desde hace tiempo, y que parece ser que no se soluciona o que los progresos en el tema son escasos.
“Lo importante que es el cariño, el trato, el generar confianza... Transmitir al alumno la idea de que crees en él”, con estas palabras describe Saturnino que aprendió como maestro, y en mi opinión creo que esto no sólo se aprende con el tiempo si no que veo necesario que todo maestro/profesor, independientemente de que trabaje en primaria, secundaria, bachiller…, lo sepa, que conozca cuál es la manera de tratar a los alumnos para que estos den lo mejor de sí mismos.
Para mí un profesor debe tener, aparte de mucha paciencia, una serie de cualidades tales como capacidad de trabajo, de sacrificio, capacidad creativa o de innovación… y sobretodo, personalmente algo muy importante que por desgracia no tienen tantos maestros/profesores como deberían, es la vocación. Esa especie de fuerza que te empuja a hacer algo porque de verdad crees que tú estás como “destinado” a hacerlo y por supuesto, porque quieres hacerlo ya que realmente te gusta. En este caso porque quieres que los niños/as aprendan y crezcan como personas en la medida de lo posible.
Digo que todo maestro/profesor debe tener capacidad de trabajo y de sacrificio, porque como cualquier otro trabajo, se precisa de una buena disposición a pasar pocas o muchas horas realizando tu trabajo, y capacidad de sacrificio puesto que en muchas ocasiones y según como está la vida, el trabajo normalmente se antepone a otras cosas como la familia, los amigos o el ocio.
Por supuesto un maestro/profesor debe ser creativo e innovar en el aula para conseguir que los alumnos aprendan lo que se les enseña, y si para ello es necesario innovar, probar cosas nuevas, que puedan ayudar o no, al logro de este aprendizaje, y en caso de que saliera mal, lo conveniente es reflexionar sobre ello para descubrir el fallo e intentar evitarlo.
Como bien dice Saturnino, hay que hacer proyectos integradores de varias disciplinas, porque de esta forma podemos relacionar lo que estemos enseñando con otras materias para que los alumnos no encasillen un conocimiento con una sola materia sino que puedan ver la relación que tiene con otras.
También me gustaría comentar la siguiente frase del autor, “Hay jóvenes que han llegado al bachillerato sin sentir ningún tipo de emoción hacia el conocimiento, sencillamente porque hemos sacado la emoción de las aulas”. Estoy de acuerdo con él, no sé bien cómo pero hemos conseguido que algunos alumnos vean las aulas como una especie de “cárcel” en las que se les obliga a hacer algo que desgraciadamente no les interesa o les aburre (aunque esto se ve sobre todo más a partir de la secundaria), y como bien dice es porque hemos sacado la emoción de las aulas, los alumnos no se ven motivados bien porque lo que se enseña no les interesa, porque no entienden para que les va a servir, porque no lo entienden (ya sea debido a que la explicación del profesor/a no le ha quedado clara o porque le cuesta comprenderlo).
Si a los alumnos no se les motiva pierden el interés y por lo tanto su atención ante las clases disminuye, en menor o mayor grado. Y todo esto provoca lo que podemos ver por ejemplo en primaria, a aquellos niños/as que repiten curso (me refiero en el caso de aquellos niños que no les gusta estudiar y suspenden) y que a pesar de ello muchos no se esfuerzan en intentar aprobar porque al final aprueben o no por ley pasarán al siguiente curso. Lo mismo pasa en secundaria sólo que aquí los chicos/as aguantan hasta cumplir los 16 años para poder dejar el instituto, y mientras están dentro se dedican a molestar, a faltar a las clases y a no hacer nada.
Pero también hay que tener en cuenta que esta idea es muy general y que no se puede individualizar porque para que sucedan estos casos hay diferentes causas que los provocan y siempre conviene conocerlas.
Por último me gustaría comentar el hecho de que la creatividad disminuye según nos vamos haciendo mayores. Como bien dice Saturnino “El alumno tiene capacidad de crear ideas, de inventar, de vibrar, de emocionarse. Y la emoción es el patrón más importante para que la creatividad emerja”. Por supuesto, sin la emoción la creatividad no puede surgir, porque ésta es como su fuente de la que parte todo lo demás.
Cuando los niños son pequeños, en las etapas de infantil y primaria, estos muestran una creatividad increíble, de la cosa más simple pueden sacar algo que para un adulto es posible que le costara, simplemente porque en mi opinión, según nos hacemos mayores aprendemos a controlar nuestras emociones de tal forma que luego nos cuesta, en algunos casos, mostrarlas y usarlas a favor de la creatividad. Aunque también esto se puede deber al miedo a equivocarnos a hacer algo mal, y esto nos lleva a contenernos y a no desarrollar esta capacidad. Mientras que los niños/as, como no tienen ese problema ellos experimentan y si fallan no pasa nada lo vuelven a intentar y punto.
La creatividad en el aula es muy importante, porque es como una forma de motivar a los alumnos/as (siempre y cuando se les aplauda y no se les “desprecie”) a que sigan adelante, que busquen, que experimenten, que aprendan de sus errores… en definitiva que aprovechen al máximo esta capacidad para usarla como herramienta, no sólo en el campo educativo sino también en el resto de campos, como por ejemplo en su trabajo en el futuro.
Para concluir, volver a repetir que esta entrevista me ha parecido muy interesante y que realmente te hace reflexionar sobre muchas cosas.
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